Laura Figueroa nació en la Ciudad de México y creció entre la ciudad y el campo, rodeada de caballos, arte, viajes y música. Estudió Derecho en la Universidad Anáhuac de la Ciudad de México, sin embargo fue en el arte dónde encontró su verdadera vocación. Su sensibilidad y experiencia como amazona, además de su amor por los caballos, la llevaron a incursionar en la escultura ecuestre.
Se considera a sí misma mayormente autodidacta, aunque ha tomado cursos de escultura en México y en Estados Unidos y un diplomado en Historia de Arte en la London Art College. Como amazona ha demostrado su talento y entendimiento de los caballos a lo largo de su vida, pues ha sido ganadora del Campeonato Nacional de Equitación Clásica en varias ocasiones, a la vez que ha participado también en innumerables exhibiciones ecuestres.
Sus esculturas han recorrido varios países además de México, como Inglaterra, Francia e Italia. Así, en poco tiempo ha logrado establecer con sus esculturas un estilo propio y original, así como el reconocimiento de quienes conocen su obra.